“El poder no concede nada sin demandas”. Estas palabras de Frederick Douglass fueron una de las primeras lecciones que aprendí cuando era una joven organizadora, y siempre las encuentro ciertas.
Esta idea– de que la visión de un futuro mejor comienza con nosotros, y que si queremos que el arco de la historia se incline hacia la justicia, se debe exigir– siempre se aplica cuando nos relacionamos con las grandes corporaciones que hacen que el precio de los alimentos y la vivienda sea cada vez más inalcanzable, y los ultraconservadores detrás del Proyecto 2025 que quieren que Trump sea un dictador si gana un segundo mandato.
Pero esto también es cierto cuando nos relacionamos con quienes comparten nuestros valores. A menudo llamamos a las personas que elegimos a cargos públicos nuestros “campeones”, porque son ellos quienes elaboran y aplican las políticas, como las que obligan a las grandes corporaciones a rendir cuentas, y destinan recursos a quienes más los necesitan.
Pero, sea cual sea su partido, exigimos a todos los funcionarios públicos el mismo estándar elevado. Los apoyamos en función de cómo gobiernan y de si esto favorece los intereses de la gente trabajadora.
Por cierto, nuestros campeones electos nos necesitan tanto como nosotros a ellos. Los miembros de organizaciones de base como People’s Action, que tienen experiencias directas con los mayores desafíos de nuestra sociedad, aportan la perspectiva que hace que las políticas sean más eficaces y que nuestro gobierno sea honesto y responsable.
Por eso aprecio el trabajo de los miembros del Caucus Progresista del Congreso, como la representante Pramila Jayapal (demócrata por Washington 07) y Delia Ramírez (demócrata por Illinois 03). Son campeones auténticos, que vienen de y dan cuentas a nuestras comunidades.
Jayapal y Ramírez se unieron a los miembros de People’s Action para dos reuniones virtuales el 30 de julio y el 14 de agosto. Respondieron a las preocupaciones reales de nuestros miembros, como Franky Ecchols de Down Home North Carolina y Fátima Abarca de Firelands Workers United Washington State.
“Uno de los mayores problemas donde vivo son las altas facturas de los servicios públicos”, le dijo Franky al representante Jayapal. Explicó que ella y sus vecinos pagan más de 400 dólares al mes a Duke Energy, que tiene el monopolio de los servicios de energia públicos. “Todos, no solo los ricos, merecen vivir en un hogar cómodo donde estén a salvo del cambio climático. Es un derecho humano”.
Jayapal escuchó atentamente y luego explicó cómo ella y los progresistas en el Congreso han trabajado con la administración Biden-Harris para poner cientos de millones de dólares a disposición de las comunidades locales a través de la Ley de Reducción de la Inflación para que puedan adaptarse al cambio climático, y quieren ir más allá en los próximos cuatro años.
“El gobierno tiene que construir sistemas para dejar de usar combustibles fósiles y, al mismo tiempo, crear nuevos empleos, proteger a la gente de la contaminación e impulsar nuestra economía; los beneficios deben llegar directamente a los más afectados por el cambio climático”, dijo Jayapal.
Agradeció a Franky por su esfuerzos para difundir la información sobre el cambio climático, y superar la resistencia de los funcionarios locales, que a veces se niegan a gastar el dinero que el Congreso ha asignado para soluciones climáticas.
"Si no tenemos líderes y promotores como tú", le dijo Jayapal, "que saben dónde se debe destinar el dinero y se lo hacen saber a la gente, no nos va a ayudar necesariamente. Por eso aprecio mucho el trabajo que estás haciendo".
Fátima le preguntó al representante Ramírez sobre la crisis de vivienda de nuestro país y las malas condiciones de vida causadas por la negligencia de los grandes propietarios. Esto afecta directamente a Fátima, a su esposo y a sus cinco hijos.
“Me han subido el alquiler tres veces y esto es un problema en todo el país”, explica Fátima. “Nuestros hijos suelen enfermarse de asma, infecciones respiratorias y erupciones cutáneas a causa del moho. Y aunque es urgente, no podemos mudarnos, porque ir a otro lugar costaría al menos 5.000 dólares. Eso es demasiado para mi familia”.
Ramírez escuchó atentamente y luego compartió cómo su comunidad en Chicago enfrenta los mismos problemas con los grandes propietarios, y cómo los legisladores progresistas como ella están trabajando para aprobar el Green New Deal for Housing y otras leyes para mejorar las condiciones de la vivienda pública y proteger a todos los inquilinos.
“Nuestros hijos no pueden tener el futuro que merecen”, le dijo Ramírez. “Por eso estamos declarando un nuevo futuro para la vivienda: uno que sea audaz, progresista, accesible y un derecho humano”.
Apenas unos días después de estos eventos, la vicepresidenta Harris reveló algunas de las políticas económicas que serán sus prioridades, si es elegida como nuestra próxima presidenta en noviembre. Entre ellas se incluyen los esfuerzos para poner fin a la especulación de precios de los alimentos por parte de las empresas, el apoyo a los compradores de viviendas por primera vez y la restauración permanente del Child Tax Credit, que redujo la pobreza infantil a la mitad durante la pandemia de COVID-19.
Si ahora se están considerando políticas como estas, es porque People’s Action y otros grupos han estado por años levantando su voz para exigir lo que necesitan nuestros miembros y seguiremos haciéndolo.
Estoy orgullosa de que los miembros de People’s Action hayan decidido apoyar a Harris para que sea nuestra próxima presidenta, y de que seamos parte de Progressives for Harris, la amplia coalición de grupos progresistas que se han unido para apoyar su candidatura, con el gobernador de Minnesota, Tim Walz, como vicepresidente.
Porque nuestra elección es clara: debemos contar con verdaderos campeones en los cargos públicos, que escuchen y respondan a nuestras prioridades. Debemos hacer todo lo posible por seguir construyendo el futuro que necesitamos, y elegir a "campeones" que pongan el bienestar de nuestras familias antes que la politica.
¿Te sumarás con nosotros? Únete a nuestro esfuerzo como voluntario, o de su apoyo a nuestro trabajo para ampliar las esperanzas y oportunidades para todos.
Sulma Arias es la directora ejecutiva de People's Action y el People's Action Institute.
