Esta semana estuve llena de orgullo al unirme a nuestros aliados en el Caucus Progresista del Congreso (CPC) para presentar su nueva Agenda de Propuestas Progresistas, la cual representa una guía para ampliar y defender los derechos y libertades de todos, especialmente de los pobres y los trabajadores.
Este plan aborda los pasos concretos que debemos tomar juntos para frenar la avaricia corporativa, que hace que los costos de la vivienda, los servicios públicos y la atención médica estén cada vez más fuera del alcance de las familias y los trabajadores. Esto es de suma importancia este año, en que enfrentamos una elección monumental.
¿Preferiríamos un futuro de miedo, con un dictador represivo y vengativo en la Casa Blanca? ¿O nos uniremos para construir un futuro en el que a cada uno de nosotros se nos permita alcanzar nuestro máximo potencial, con espacio para levantar nuestra voz, y con un gobierno que trabaje con nosotros y no contra nosotros?
En noviembre, cuando votemos, nuestras elecciones para presidente y los que dirigirán el Congreso no se tratan sólo de escoger líderes; se trata de quiénes queremos ser como nación y en nuestras propias vidas.
¿Seremos una nación en donde se puede disparar a un niño por tocar el timbre equivocado, donde los vecinos se temen unos a otros por el color de su piel? ¿O nos uniremos a pesar de nuestras diferencias para compartir esperanzas y dar forma a nuestro futuro juntos?
No podemos retroceder. En 2024, las alternativas nunca han sido tan claras. Trump ha puesto sus cartas sobre la mesa cuando nos dice que será un dictador desde el “primer día” y dice que encarcelará y deportará a millones de inmigrantes y opositores políticos. Revertirá las protecciones ambientales para las grandes empresas petroquímicas, si le pagan mil millones de dólares para que sus abogados le mantengan fuera de la cárcel hasta noviembre.
Trump ha prometido intervenir con fuerza y rapidez para eliminar a cualquiera que considere su enemigo. Al igual que los nazis, dice que “extirpará” a todos aquellos que están “envenenando la sangre de nuestro país” y a las “alimañas” que no comparten sus ideas nativistas. Y ahora, esto incluye no sólo a los oponentes políticos: son todos los que no prometan lealtad total a él y a su Gran Mentira.
No es sólo Trump quien quiere llevarnos a este abismo del autoritarismo. Sus aliados incondicionales van aún más lejos. Utilizarán un segundo mandato de Trump para consolidar el poder y el control sobre nuestras vidas. Trabajarán para deshacer la democracia de forma permanente, para que nunca podamos regresar.
Entre las políticas que quieren promulgar están:
- Privatizar completamente la educación y Medicare
- Poner fin a la condonación de préstamos estudiantiles
- Ampliar las ejecuciones de prisioneros federales
- Derogar las leyes de energía limpia
- Prohibir la investigación sobre el cambio climático
- Atacar el acceso al aborto con leyes federales
Los aliados de Trump ya están criminalizando a las mujeres para quitarles las libertades reproductivas a lo largo del país. Se están apoderando de los consejos escolares para prohibir libros y hacen planes para intimidar a los votantes. Y esto es solo lo que hacen a la luz del día, quién sabe qué tan lejos son capaces de llegar.
Sabemos por nuestra experiencia que es la gente, cuando se organiza, la que tiene el poder de promover el cambio social para crear las condiciones necesarias para la justicia, la equidad, y la libertad. Éste ha sido el poder detrás de cada gran expansión de nuestra democracia, desde la abolición y el sufragio femenino hasta los derechos civiles y el matrimonio igualitario, y es cierto hoy también.
Sabemos que cosas grandes suceden cuando nos unimos, porque esto es lo que hemos estado haciendo por décadas. Lo vemos en lugares como Arkansas, donde un grupo diverso de madres se reunió en 1963 para apoyar la integración escolar. Y en Chicago, donde Gale Cincotta y Shel Trapp reunieron a las comunidades en 1972 para combatir la discriminación de vivienda con la Ley de Divulgación de Hipotecas de Vivienda (HMDA) y la Ley de Reinversión Comunitaria (CRA). Y en Love Canal, donde una joven madre, Lois Gibbs, lideró a sus vecinos en la lucha contra los químicos tóxicos, lo que llevó a la EPA a crear Superfund en 1978, para obligar a los contaminadores industriales a pagar por la remediación ambiental.
Somos fuertes, estamos unidos y tenemos un plan para llegar al cambio que necesitamos. Juntos como movimiento, derrotamos el autoritarismo en las urnas en 2020, cuando millones de personas se unieron para obligar a Trump a retroceder. People’s Action ha invitado a cientos de miles de personas a rechazar las divisiones y a hablar con sus vecinos, a través de nuestro programa de sondeo profundo, el más grande y efectivo de la historia. Y lo haremos de nuevo. Para todos los que desean un futuro mejor para nuestras familias, nuestras comunidades y nuestra nación, les invitamos a unirse a nosotros.
Para ganar los cambios que necesitamos, hace falta que cada uno de nosotros y todas nuestras organizaciones nos unamos de maneras nuevas y más poderosas. Por eso, estamos orgullosos de apoyar a las Propuestas Progresistas del CPC. Este grupo, cofundado por el senador Bernie Sanders y ahora dirigido por la representante Pramila Jayapal, quien fundó y dirigió un grupo miembro de People’s Action, OneAmerica, en el estado de Washington antes de ser elegida para representarlo en el Congreso.
Con el liderazgo fuerte de Jayapal y los representantes Ilhan Omar de Minnesota, Greg Casar de Texas, Mark Pocan de Wisconsin, Raúl Grijalva de Arizona y Barbara Lee de California y todos sus miembros valientes, el CPC es ahora la voz líder en políticas federales que apoyan y defienden a la gente común. Nuestra gente. Tú y yo. Estamos orgullosos de apoyar al CPC y dar nuestro apoyo a las prioridades que compartimos con ellos.
Esta es la elección que hacemos todos los días en People’s Action. Cada día, nos ponemos de pie, extendemos las manos a nuestros vecinos y trabajamos juntos. Rechazamos un futuro que nos lleva hacia la oscuridad y el miedo. Creemos que juntos, con todos nuestros aliados, podemos ganar y avanzar hacia un futuro mejor para todos.
¿Qué futuro elegirás tú?
Sulma Arias es la directora de People's Action y la People's Action Institute, una red nacional de activistas con mas de un millón de miembros en 42 groups a lo largo de 30 estados.