Debemos salir de nosotros mismos para volver a vernos como parte de una comunidad, como vecinos, y no como enemigos. Pero esto no sucederá por sí solo. Si queremos comunidad, tenemos que construirla.
A principios de este mes, el presidente Biden nos pidió “salvar el alma de los Estados Unidos,” en un discurso que pronunció frente al Independence Hall de Philadelphia.
“El alma de Estados Unidos se define por la sagrada propuesta de que todos somos creados iguales,” dijo Biden. “Todos tenemos derecho a ser tratados con cortesía, dignidad y respeto,” y que “la democracia hace posible todas estas cosas.”
Comparto la visión de Biden sobre la dignidad de cada persona. También estoy de acuerdo con él en que la democracia es nuestra mejor defensa, aunque no siempre nos haya protegido a todos. Tenemos que luchar tanto para defenderla como para mejorarla, para que la pueda alcanzar su verdadero potencial.
En este momento, extremistas de derecha quieren quitarnos el poder de votar, para limitar nuestra capacidad de participar en la democracia y mejorar nuestras vidas.Ellos tienen miedo de enfrentar pérdidas en las urnas porque saben el poder que existe en la participación. La democracia está literalmente en la boleta electoral. Así que me alegro de que el presidente Biden finalmente haya mencionado esto como una amenaza existencial para nuestra forma de vida.
Pero falta algo en el discurso de Biden. ¿Cómo, exactamente, se supone que vamos a salvar el alma de nuestro país? ¿Especialmente cuando hemos sido divididos tan profundamente?
Biden dice que hay que "Hablar, levantarse y votar, votar, votar!" Pero no profundiza en los detalles. Y todos sabemos que es más fácil decir esto que hacerlo, cuando miles de personas se preguntan cómo esto puede mejorar su vida cotidiana.
Qué, exactamente, tenemos que hacer ahora para defender la democracia y nuestros derechos? ¿Qué nos pide este momento, concretamente? ¿Qué podemos hacer como organizadores de base en People's Action y en otras organizaciones como las nuestras?
Lo primero que tenemos que hacer es sanar. Las heridas profundas no se sanarán por sí solas; si las dejamos en aislamiento, se agravan. Aquellos que ya cuestionan la democracia se sentirán aún más justificados en cuestionar su poder y eficacia.
¿Como podemos sanar nuestra alma herida? Creando comunidad. Debemos salir de nosotros mismos y volver a aprender a vernos no como lo que somos, seres que dependemos el uno del otro. Si queremos una comunidad, tenemos que construirla.
En People's Action, construir comunidad es lo que mejor hacemos. En los últimos cinco años, hemos sostenido cientos de miles de conversaciones con diferentes personas para construir un entendimiento común sobre temas como la inmigración y el cambio climático.
Los organizadores de nuestras campañas de Homes Guarantee, Health Care for All y Overdose Crisis involucran a personas de todos los ámbitos de la vida que se ven afectadas por las inseguridades económicas, ambientales y de salud. Trabajamos para cambiar corazones y mentes sobre los desafíos y retos que enfrentamos, para que podamos enfrentarlos juntos y unir nuestras fuerzas para lograr soluciones.
Como regla, siempre escuchamos primero. Cuando lo hacemos, derribamos barreras y construimos puentes que sobrepasan la desconfianza con personas que pueden ver el mundo de manera muy diferente. Estos puentes son pequeños al comienzo, pero se vuelven amplios y cubren mas gente.
Esto es lo que llamamos “construir un nosotros más grande.” En People's Action, esto no es solo una idea o palabras altisonantes. Trabajamos todos los días para superar activamente las diferencias. Encontramos oportunidades para que las personas se reúnan, para que puedan volver a aprender a encontrarse con confianza y generosidad, no con miedo ni desconfianza.
Unirse requiere fuerza. En muchos lugares, esta fuerza se ha debilitado o prácticamente ha desaparecido, pero podemos reconstruirla. Porque muchas de las crisis que enfrentamos ahora y enfrentaremos en el futuro nos afectan a todos. Dondequiera que nos encontremos en el espectro político, nos preocupamos por las mismas cosas: el aumento del costo de los alimentos y las facturas, la vivienda y ofrecer un futuro mejor a nuestros hijos.
¿Cómo podemos unirnos? Organizamos. Nadie dijo que esto sería fácil. Pero me siento inspirada por Warren Tidwell de Hometown Action en Alabama, quien visita pueblos devastados por los tornados, para ayudarlos a recuperarse. Hace esto porque sabe que los desastres naturales nos abren los ojos tanto a las realidades del cambio climático como a cuánto nos necesitamos unos a otros.
Por supuesto, necesitamos iniciativas estratégicas a nivel federal para enfrentar nuestras emergencias climáticas, de vivienda y de atención médica. Pero para ganar esto, también debemos comprometernos a formar comunidad, a organizarse, a cuidar de nuestros vecinos y a entender que necesitamos el poder de gente unida.
Me inspiro también en Dreama Caldwell de Down Home North Carolina, quien organiza para la democracia multirracial en los mismos condados rurales donde la supremacía blanca es más fuerte. Y me inspiro en cómo Carrie Santoro de Pennsylvania Stands Up (PASU) trabajó con el senador estatal Nikil Saval para ganar $125 millones en fondos del Plan de Rescate Estadounidense (ARP) para que los residentes de Pensilvania realicen reparaciones básicas en sus hogares.
Nikil es un organizador comunitario y cofundador de Reclaim Philadelphia, uno de los grupos originales de PASU. Se postuló para su cargo estatal después de asistir a un taller de capacitación para candidatos de People's Action, y ahora está comprometido a trabajar con PASU y otros grupos comunitarios para cogobernar de una manera que marque una diferencia tangible en la vida de las personas.
Carrie, Nikil y PASU tomaron estas medidas porque saben que una de cada cuatro familias de Pennsylvania necesita una reparación urgente en su casa. Casi la mitad, si enfrentara una crisis en su hogar, no podría permitirse el lujo de solucionarla. ¡Así es como los organizadores ayudan a las personas a comprender cómo las políticas que ganamos pueden tener un impacto directo en su vida cotidiana!
Por medio del esfuerzo de miles de personas organizadas, pudimos lograr billones en recursos ofrecidos a través de ARP, la Ley de Inversión en Infraestructura y Empleos (IIJA) y la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) para las comunidades más necesitadas. Esto, aun si no lo soluciona todo, puede restaurar nuestra fe en la participación democrática, el poder de la gente unida y organizada por la lucha constante por un gobierno con líderes elegidos democráticamente. Es por eso que ahora redoblamos nuestro apoyo a grupos como PASU, empeñados en este importante trabajo.
Personas como Warren, Dreama, Carrie y Nikil me inspiran porque están construyendo un nosotros más amplio y más fuerte, día tras día. Son líderes poderosos, intrépidos y visionarios, y en People’s Action estamos orgullosos de apoyarlos. Ellos restauran nuestra fe en el poder de la gente unida y organizada con el compromiso a cuidar el uno del otro.
Todavía hay mucho más por ganar, pero tenemos que empezar en algún lugar. Este no es momento para quedarse al margen, o perder tiempo debatiendo sobre si lo que ganamos fue suficiente, todos sabemos que no lo es. Este es tiempo de construir, sanar, informar, organizar y formar comunidades fuertes y listas para seguir luchando y ganando.
Ningún líder ni logro político es perfecto, pero saber que hemos hecho todo lo que pudimos para convertir las oportunidades en resultados tangibles nos calmará e inspirará para seguir construyendo el poder que necesitamos para volver por más.
A través de nuestro Avivamiento de Base estamos haciendo todo lo posible para difundir las prácticas de organización comunitaria lo más amplio posible. Porque lo más importante que podemos construir en este momento es comunidad, y la comunidad comienza cuando salimos de nosotros mismos, nos involucramos, organizamos e invertimos los unos en otros.
Sulma Arias es la directora de People’s Action, una red de organizaciones de base luchando para la justicia economica y social, con mas de un milión de miembros en 30 estados.